Explica el ecofeminismo que el patriarcado domina y destruye tanto a la mujer como a la naturaleza. Esto es debido a que el sistema capitalista (el cual es heteropatriarcal) busca crecer indefinidamente y lo hace a costa de ambas. De la naturaleza el capitalismo obtiene materias primas, mientras que tradicionalmente de la mujer ha obtenido los trabajos (no remunerados) necesarios para mantener la vida (cuidado del hogar, de personas mayores, enfermas, niños…).

En el caso de las mujeres del campo, a los trabajos asociados tradicionalmente a ellas se le unen dos labores esenciales y que en ocasiones pasan desapercibidas: La elaboración de conservas de alimentos y la de atesorar las semillas.

Las mujeres rurales han sido en muchas partes del mundo las guardianas de las semillas. Ellas se encargaban de seleccionar las plantas de las cuales querían semillas para posteriormente recolectarlas, conservarlas e intercambiarlas. Esta labor, que se han mantenido generación tras generación, es de nuevo un trabajo no remunerado, pero de vital importancia para la conservación de la biodiversidad agrícola y sin duda esencial para lograr la soberanía alimentaria.

Asimismo, ellas también han sido las encargadas de preservar los alimentos que venían del campo a fin de sacarles el máximo provecho y evitar malgastar comida. Creando así recetas y elaboraciones las cuales se están perdiendo debido al sistema alimentario globalizado en el que vivimos donde puedes comprar la comida que quieras durante todo el año (a pesar de sus consecuencias).

Actualmente, ambas labores se están perdiendo. Las nuevas generaciones carecen de los conocimientos necesarios para llevar a cabo estos trabajos. Esto nos deja desprotegidos de cara a grandes empresas que se benefician a costa de nuestra salud y la del planeta, como es el caso de Monsanto, que nos vende semillas (en su mayoría híbridos y transgénicos) mientras intenta privatizar su uso (Ley Monsanto).

Esto pone de manifiesto la urgente necesidad de acabar con el patriarcado dominante no sólo para salvar a las mujeres sino también para salvar el planeta.

Nuria Espinosa Afonso

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